fbpx

A lo largo de estos años, mientras las redes sociales iban haciéndose más y más populares y el uso que las marcas y las empresas hacían de ellas iba en aumento, se fue propagando el mensaje de que el email marketing quedaría obsoleto. Los consumidores accedían a la información a través de las redes sociales.

Años después, las cosas son muy diferentes. Los envíos del email marketing no han desaparecido y las redes sociales no son esa solución a todos los problemas que parecían que iban a ser. Los cambios en los algoritmos y el hecho de que las redes sociales penalicen los contenidos en las empresas han hecho que, en algunas de ellas, se haya llegado directamente al temido “zero day”. O pagas o nos apareces ante los consumidores.

Y mientras esto ocurre, el email marketing sigue funcionando y sigue asentándose como una alternativa de valor y peso.

 

Las empresas quieren retomar el control de sus mensajes y de la información.

 

Frente a lo que ocurre en las redes sociales, en los que la suerte de los mensajes y la conexión con la audiencia dependen de lo que la red social dicte, en el email marketing la compañía tiene el control de lo que pasa. No cambian las normas de un día para otro y no se encuentran en una situación de debilidad ante los efectos de esa situación.

De esta forma, las compañías también recuperan el control de los datos que su actividad genera, algo que en el caso de las redes sociales quedaba en manos de la propia empresa de social media.

El email marketing nunca se ha dejado de utilizar porque da buenos resultados de ROI y eso es algo que para los marketeros resulta fundamental. Además, permite generar una respuesta directa, empujar al consumidor a hacer lo que la marca quiere en ese momento

Si el ecommerce sigue empleando esta herramienta es porque un email de ofertas o de productos recomendados para una fecha concreta, como puede ser la campaña de Navidad, lleva al consumidor a lo que se busca de él.

 

Permite perfilar bien cuando se reciben los mensajes

 

El email marketing permite a las empresas ser mucho más efectivas con el cuándo enviar los emails y con cómo se los presentan a los consumidores. Ellos tienen el control del momento exacto en el que llegará al consumidor, sin depender del algoritmo que lo considera o no digno para aparecer en el feed de noticias.

La última razón y no por ello menos importante, hay que recordar que los consumidores siguen utilizando su email de forma regular, por lo que nunca ha dejado de ser una ventana para llegar hasta ellos.