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Cada vez que se avecina una campaña electoral, las “fake news” se convierten en actualidad. El objetivo de estas noticias es desinformar y su apariencia hace más complicado diferenciarlas de un contenido periodístico.

La rapidez y el alcance de las publicaciones hace que la propagación de estos bulos sea muy superior y tenga consecuencias negativas.

 

Anteriormente, los canales de difusión contaban con sistemas de verificación de la información. Además la legislación protege al protagonista de una noticia en el caso de que se publique en cualquier medio una información incierta.

En la actualidad, la inmediatez con la que todo se propaga dificulta este proceso de comprobación de las fuentes y si alguna de estas mentiras afecta a una empresa puede conllevar pérdidas económicas y graves daños en la reputación.

Según un informe del MIT, las “fake news” se difunden hasta seis veces más rápido que una noticia veraz a través de las redes sociales. La probabilidad de que se comparta esta información falsa es un 70% mayor que las reales y tienen una audiencia entre 10 y 100 veces superior a las verdaderas.

 

¿Qué hacer para combatir las “fake news”?

 

La herramienta principal para defenderse de las fake news es estar preparado:

 

Un comité de crisis

 

Al igual que ocurre con cualquier otro tipo de crisis, es necesario que exista un comité que evalúe la situación y plantee la estrategia.
Este organismo debe estar formado por el director, el responsable legal, el director de comunicación y la persona que mejor conozca los hechos sobre el área que se haya visto afectada.
El objetivo de este comité será el de evaluar el escenario, trazar una estrategia comunicativa y tomar medidas legales si es necesario.

 

Análisis

 

El siguiente paso es el de diagnosticar el alcance y la repercusión indagando sobre las fuentes, el contenido, dónde ha sido publicado y el mensaje que se lanza.

Esta investigación permitirá conocer las verdades y mentiras que se dicen de la compañía y será la base a través de la cual se plantearán las acciones pertinentes

 

Planteamiento de la estrategia

 

Una vez que se conozca la dimensión de la situación, es necesario lanzar una estrategia de comunicación con portavoces creíbles y centrada en la transparencia.
Si se ha ido trabajando la reputación y se ha conseguido que la credibilidad sea uno de los valores asociados a la firma, será mucho más sencillo desmentir cualquier tipo de información falsa.

Sin duda, el mejor muro de contención ante estas crisis son los propios empleados, si los trabajadores transmiten mensajes que apoyen la versión de la empresa, contarán con los canales personales de estos para llegar a un número mucho mayor de personas y a través de una fuente que se considera muy fiable.