fbpx

Al hablar de talleres para niños, lo primero en lo que se suele pensar es que se lo pasen bien y se diviertan.

La robótica se trata de una actividad muy lúdica, ya que se se trata de un juego en el que hay dos partes: por un lado, la construcción de un modelo y por otro, hacer que esa maqueta cobre vida, algo que les entusiasma.

Pero no sólo se basa en el entretenimiento, si el taller además resulta ser útil y educativo tendrá una doble ventaja para los niños.

Por estos motivos, con la robótica, el niño aprenderá la programación informática necesaria para controlar un robot, y lo más importante: desarrollará su manera de pensar, aprenderá a usar la lógica, creando supuestos y relaciones entre los sensores y los motores, todo esto ayudándole a mejorar sus conocimientos en matemáticas o física y siendo una herramienta muy útil para la educación en ciencias o ingenierías. Es decir, la programación para niños es un complemento perfecto para la enseñanza clásica.

Otro beneficio a destacar es que gracias a la robótica y la programación, el niño no es un mero oyente como ocurre en clase, se convierte en el protagonista de un juego en construcción mediante el que da rienda suelta a su creatividad a la vez que trabaja en su comprensión con las tecnologías.

Y hablando de creatividad, ésta será doble e ilimitada, ya que se les plantea un problema real, que deberán resolver construyendo un robot que sea capaz de solventarlo. Y después tienen que crear las órdenes para que se mueva de forma autónoma. Existen miles de soluciones válidas y cada niño podrá encontrar la suya.

La sociedad está cambiando y cada vez es más tecnológica. Por este motivo debemos formar a nuestros pequeños en materias útiles para el día de mañana.